jueves, 31 de marzo de 2011

Se acabó lo que se daba


Es así, salís con un pijama mal camuflado a tu kiosco amigo, ese que esta a unos pasos nomás, obvio, a comprarte puchos (porque la adicción le gana rotundamente a la paja), con cara de mi vida apesta y o casualidad, o ley de Murphy, o lo que sea, te encontrás con tu vecino, ese que está bueno, ese que esta muy bueno y te preguntás: “¿Quién me mandó a bajar con estas babuchas del año 2000 y este estado deplorable? ¿En qué momento mi vida se volvió tan patética? ¿Cómo y cuándo estuvieron de moda las babuchas?” La piloteas, otra no te queda, qué tal, qué tal, cómo estas, sonrisa de soy lo menos pero me la banco y seguís tu camino. Pero precisamente es ahí cuando te cambia completamente el panorama, porque sí, porque en ese momento tu vecino representa al resto del mundo, y el resto del mundo tiene una vida, UNA VIDA, ¿se entiende el concepto? Y vos en cambio, bajaste a comprarte cigarrillos para terminar fumándote el de la muerte, ese que ya es innecesario, mientras ves, nose ponele, que el resumen de medianoche de Gran Hermano y lamento decirte que eso no es tener una vida o por lo menos definitivamente no es la vida que uno aspira tener. Ya sé, fue un episodio nada más, un episodio un tanto bochornoso sí, pero no deja de ser un episodio al fin, tampoco hay que exagerar lo tengo claro, puede pasar de vez en cuando, puede que sea un episodio aislado, sin embargo (y acá es donde me pongo en estado de alerta), si un mano a mano con tu vecino lindo y perfumado que notablemente está a punto de hacer algo más productivo que vos te desata toda esta varieté de pensamientos, preguntas y sensaciones turbadoras, es porque claramente algo no esta bien, algo no esta nada bien. Sería algo así como la frutilla del postre que te termina de hacer reaccionar, no se trata entonces solo de que un mal día tu vecino te agarró desprevenida y tiraste al aire un inocente “mierda justo hoy me lo vengo a encontrar” pero seguiste tranquila como si nada, no claro este episodio te aturdió, no se trata entonces de un episodio aislado sino de un cúmulo de situaciones e impresiones que venís arrastrando y que terminaron de sacudirte hoy. Sacudida, esa es la palabra. De alguna manera es bueno lo que pasó hoy, de alguna extraña manera, una circunstancia corriente te remueve de una vez por todas de la miseria en la que venís envuelta y te pide a gritos renovarte. Un escenario que va más allá de la anécdota trivial de cruzarte a tu vecino potro en babuchas viejas, una suerte de contexto revelador hacía un despertar más profundo. Al menos cuando subí no me puse a ver Gran hermano, sino que vine directo a escribir, a modo de descargo, a modo de promesa de un cambio, eso sí mientras escribía me zarpé un toque con el tabaco, pero bueno algo es algo…

miércoles, 9 de marzo de 2011

Idea profunda

El "gran amor" de la vida debería ser el que uno alcanza consigo mismo, tal vez por eso sea el más difícil de conseguir.

viernes, 4 de marzo de 2011

Lo escuché sin querer:

"Y nada desde que le dije te amo no me habló nunca más"
Cara de muy desdichada tenía la pobre. Y sí, que querés, un poco me tenté y a la vez me dio como ternura. Ahora, yo me pregunto, ¿cuán lejos de la realidad se puede llegar a estar para terminar así? Y bueno pensándolo bien, a veces pasa, una flashea y se va un toque al carajo...
Ok. no la conozco, seré muy metida, pero me estan dando unas ganas terribles de ir a abrazarla y decirle: Todo va a estar bien, loca, TODO VA A ESTAR BIEN.