miércoles, 17 de noviembre de 2010

Miento

Cuando digo que voy a dejar de fumar,
Cuando digo que voy a empezar el gimnasio,
Cuando digo que voy a dormir menos siesta,
Cuando digo que me voy a ir un tiempo a la mierda,
Cuando digo que se me hizo tarde por el trabajo,
Cuando digo que me voy a despertar más temprano,
Cuando digo que voy aprovechar más el tiempo,
Cuando digo que voy a dejar de mirar tanta tele,
Cuando digo que voy a dejar de comprar la paparazzi,
Cuando digo que voy a dejar de comerme las uñas,
Cuando digo que voy a llamar para pedir un turno,
Cuando digo que voy ahorrar,
Cuando digo que voy a dejar de tomarme taxis,
Cuando digo que voy a salir a caminar,
Cuando digo que no me molesta,
Cuando digo que la próxima vez voy hablar más,
Cuando digo que me voy animar,
Cuando digo que ya te olvidé,
Y no es que me guste mentir, nada más que a veces me sale así...

lunes, 8 de noviembre de 2010

Destrábame esta

“A mi nunca me va pasar”. Cuando arrancas con una premisa falsa, todo lo que se construye a partir de esa premisa es falso. Y si esa premisa falsa es la que conduce tu manera de encarar la vida, no hay que ser ningún genio para deducir que no te estas manejando del todo bien. Siguiendo esta línea, la lógica me dice que la solución entonces, sería mandar esa premisa a la mierda. Ahora, ¿cómo se hace? ¿Cómo mandas a la mierda una premisa que la razón te dice que tiene que ser ilusoria por carecer de sustento pero que paradójicamente desde que tenés uso de razón para vos es auténtica? ¿Cómo sacar de raíz algo, que por más equivocado que sea, esta tan arraigado a uno? Refutar esa premisa falsa e ir refutando todo lo que se construyó a partir de ella, esa podría ser una manera. Ahora, ¿cómo se hace? ¿Cómo se refuta una premisa? Podría ser contrarrestándola. Una premisa falsa debería contrarrestarse con una verdadera. ¿Eso significa que la premisa verdadera sería la contraria a la premisa falsa? ¿Lo contrario contrarresta? Más difícil todavía, ¿cómo se contrarresta un pensamiento si es justamente lo que uno piensa? ¿Pensando lo contrario? ¿Es posible forzar un pensamiento, exigirse a creer lo contrario de lo que uno realmente piensa? Mi razón intuye que es una premisa falsa porque no puede confirmarla categóricamente, por más que uno sienta “que nunca va a pasar”, la razón no puede comprobar eso, por tanto la asimila como supuesta, no real. Y la razón no es ninguna boluda, se da cuenta que el pensamiento contrario “a mi me va pasar” tampoco lo puede comprobar, por tanto deduce que esa premisa buscada para contrarrestar la anterior también es supuesta y para peor, encima, es impuesta. La razón me desacredita las dos premisas y sin embargo la primera sigue fime adentro mio, empiezo a creer que la lógica simplemente no puede contra los sentimientos infundados y eso a veces puede ser un problema grave. Ahora, ¿cómo se hace? ¿Cómo se concibe una creencia si no tiene un fundamento lógico? ¿Existen realmente los sentimientos infundados? A ver por ejemplo, a mi me enseñaron a creer en Dios sin poder comprobar su existencia, es una cuestión de fe me dijeron. De alguna manera, sin poner en juego a la razón, se fundamenta esa premisa (creer en Dios) en una convicción, una confianza, una seguridad o como sea que se defina a la fe. Yo podria fundamentar mi premisa (nunca me va a pasar)también, aunque lo mío no es fe, lo mío claramente es falta de convicción, confianza, seguridad o como sea que se defina a la fe. Como sea, puedo ver que no se trata de sentimientos infundados entonces, ya sea la premisa de creer en Dios que se funda en la presencia de fe, o mi premisa que se funda en la ausencia de fe (en este caso de mi misma), las dos tienen fundamentos. Por lo tanto debería fijarme de donde nace esta ausencia de fe para catalogar como falsa o verdadera mi premisa (ni pienses que me voy a meter con el origen de la fe en Dios, sory pero considero más urgente mi propio dilema). Me animo a decir que la falta de fe en mi, nace de la mirada de cómo soy contrapuesta con como me gustaría ser. Mi realidad vs. mi ideal. Yo, la abanderada del cortala con los ideales, la que se cree que la tiene tan clara como para cagarse en tantos ideales y ponerlo de título del blog, la que varios posts atrás los definió como prototipos perfectos pero que no existen sino solo en la imaginación, hoy se auto confiesa como escéptica de si misma por no ser un ideal utópico, fucking ironía. Y digo mi realidad contra mi ideal porque es mi mirada de cómo soy contra mi mirada de como debería ser. Mi mirada, ¿la única mirada verdadera solo porque es mia? “Solo se que no se nada”, que bien la hizo Sócrates, mientras tanto yo vivo condicionada por una premisa de mierda sin saber como mandarla a la mierda, valga la redundancia. Al final, no se si no será mejor no analizar tanto, aunque pensándolo bien, preparate, porque cuando logre despojarme de esa falacia, ahí si que no me para nadie…