jueves, 20 de junio de 2013

Ni menos, ni más.


Celeste me avisa que estás conectado, yo le digo que no me pienso conectar por vos, no te voy a dar ese gusto. Acto seguido me conecto. Mi amiga Paula dice que podemos tener hasta ocho contradicciones por día, que hasta ocho contradicciones sos una persona normal, ocho por día. Creo que sos mi segunda contradicción del día, desde que Paula me dijo eso estoy más atenta, la primera fue empezar el régimen a la mañana y al mediodía comerme un combo. Ahora que me acuerdo tampoco pedí turno con el dentista y la muela me esta matando, ¿eso cuenta como contradicción? Bueno fueron tres, da igual, estoy salvada, por lo menos por hoy. Cuando Paula me dijo eso le dije que para mi si no tenes ninguna contradicción tampoco sos del todo normal, nos reímos. Estás ahí tan on line y me da odio saber que no me vas a saludar, pero bueno yo tampoco te voy a saludar, me conecto para no saludarte. Celeste no puede creer hasta dónde llega mi orgullo, me dice que es obvio que vos no vas a pensar que yo solo me conecto por vos, yo le digo que por suerte porque sino me muero. Lo triste es que es verdad, últimamente me conecto solo por vos y miro fijo tu nombre por cinco minutos sabiendo que no me vas a saludar y devolviéndote tu no saludo, después me desconecto. Si se repite la contradicción cada día, por muchos días, ¿qué pasa?, ¿valdrá esa sola como más de ocho?, tengo que hablarlo con Paula. Paula también repite contradicciones, dice que es vegetariana y se compró una cartera cien por ciento cuero, dice que es vegetariana hace nueve años y el otro día en lo de Sofía se comió una pizza que tenía carne y choclo y la comió con pasión, yo la vi. Paula no es vegetariana una mierda. Contradecirse es mentirse un poco. La cosa es que no tenes que mentirte más de ocho veces por día porque sino te pasas de rosca y ahí fuiste. Vos también sos contradictorio, la última vez que hablamos fue porque vos me saludaste y después me dejaste de contestar, me preguntaste algo y te fuiste. ¿Para qué me preguntas algo si no te interesa la respuesta? Y no es la primera vez que me lo haces, ahora que me doy cuenta siempre me dejas hablando sola. Celeste me dice que eso lo haces de histérico que sos, siempre fuiste medio histérico. Ahí va otra contradicción mía porque yo digo que odio la histeria y vos me gustas, no se entiende. Las contradicciones no se entienden. Paula dice que llegó a la conclusión de que los hombres cada vez están más histéricos porque las mujeres empezaron a tomar más el control, que hubo como un cambio de roles, antes el hombre se ocupaba de todo, ahora no es más así, la mujer está más plantada, más mandada y eso a los hombres los descoloca un poco. Algo así es lo que dice Paula, no me acuerdo mucho la explicación que me dio pero cuando la escuché tenía lógica, después le pregunto como era. Que los hombres están cada vez más histéricos es verdad, no se bien por qué, pero es verdad y eso hace que las mujeres tengamos que actuar más y ahí yo pierdo porque eso a mi no me sale, no puedo. Celeste tiene razón soy demasiado orgullosa. A mi mandar una señal me cuesta un huevo, no me sale demostrar nada, yo soy de las que espera aunque tenga que esperar sentada. El no ya lo tenes, te sacas la duda me dice Celeste para que me anime pero a mi eso de sacarme la duda me mata, prefiero la duda antes que un no, prefiero que estemos conectados sin hablarnos que hablarte yo. Igual vos no sos el caso, con vos ya se que nada. Pero está Germán también, Germán me cae bien y es copado. Es músico y tiene una banda y es lindo y me encanta y lo busqué por facebook y me habló y hablamos. Hablamos dos veces, la primera me saludó él y la segunda yo cuando volví de viaje, porque la primera vez que hablamos le conté que me iba a Colombia y él me dijo que si quería cuando volviera podíamos hacer algo y yo le dije que sí que le avisaba, entonces cuando volví le dije que había vuelto y después de hablar un rato me dijo que si quería un día de estos me invitaba a pasear por la sombra yo le dije que por la sombra o cuando bajara el sol, él me dijo que le gustaba esa idea. Para que no te derritas, por linda te lo dijo, me dijo Celeste yo le dije que para mi lo dijo por el calor que está haciendo. El tema es que es medio famosito él y es obvio que lo tengo que saludar yo, él no me va a volver a decir, pero si le digo yo es obvio que agarra viaje, si le debe encantar eso de voltearse a todas sus groupies. A Paula le parece lindo también me dijo que ella no dudaría en hablarle, le dije que lo iba hacer. Ahora está conectado también y quiero saludarlo pero no lo hago, ¿eso es de orgullosa también? El orgullo es un poco miedo. Va siendo como la quinta contradicción del día creo. Mejor me voy a dormir, si sigo acá me paso de las ocho seguro.

jueves, 19 de enero de 2012

Casa nueva vida nueva, dolor de por medio

Sufro el calor, transpiro pero no soy capaz de ir a prender el aire acondicionado, murió el control y me niego a subirme a una silla y apretar on directo del artefacto, no puedo y adjudico esa imposibilidad de moverme al dolor en el coxis que me tiene hace una semana sentada de costado, de guardia en guardia hasta llegar al Centro Valls y a que, previa consulta con Zubizarreta, el traumatólogo de confianza de Cris, me inyecten cortisona para esperar anestesiada el resultado de la resonancia magnética que proporcionará el veredicto de la causa de que mi huesito dulce me esté atormentando la vida. Que puede ser por mis pies planos, o mi mala postura, que tal vez hice un mal movimiento sin darme cuenta o que sea por mis problemas psicológicos como sugirió mi hermana en una reciente pelea de dos arianas con un ataque de histeria. En fin, seguramente sea eso, lo más seguro es que tenga un quiste de veneno y maldad incrustado en el medio del traste, lo que sea, de a poco la droga va surtiendo efecto. Me río por dentro de la idea de un quiste provisto de problemas emocionales, mientras tanto me derrito y empiezo a pensar como voy a valorar el aire acondicionado ahora que en pocas semanas dejo el hogar materno, que por fin me voy a vivir sola. Voy a extrañar el aire acondicionado tanto como la calidez y locuras de mi madre, como que me hable por mensaje de texto cuando estamos a un pasillo de distancia, o que se acerque a mi cuarto para recomendarme un clásico que está por empezar y no me puedo perder y que se quede vigilando hasta que pongo el canal que me dijo o ir hasta su cuarto y correr la pila de libros de su cama para verlo con ella, aunque sepa que me va a contar toda la película de principio a fin antes de que empiece, y ni hablar de como carajo me voy a despertar por las mañanas si no es con sus gritos, claro que voy a extrañar todo eso. Sin embargo no lo vivo ni con miedo, ni melancolía, ni angustia, nada de eso, es pura emoción, excitación lo que siento, es evolucionar, es saber que llegó el momento. Tal vez mi coxis esté por explotar de contento, ¿quién te dice que en una de esas no pueda ser eso?

lunes, 7 de noviembre de 2011

Pavor

Y un día te das cuenta que el tiempo es incontrolable. Que mañana es hoy, así de simple y así de aterrador.

domingo, 16 de octubre de 2011

Porque la voy a extrañar, un toque.


“Pero entonces bailaban por las calles como peonzas enloquecidas, y yo vacilaba tras ellos como he estado haciendo toda mi vida mientras sigo a la gente que me interesa, porque la única gente que me interesa es la que está loca, loca por vivir, loca por hablar, loca por salvarse, con ganas de todo al mismo tiempo, la gente que nunca bosteza ni habla de lugares comunes, sino que arde, arde como fabulosos cohetes amarillos explotando igual que arañas entre las estrellas”Lo escribió Jack Kerouac y sin embargo cuando leí esa parte de “En el camino” la escuché a ella. Porque en eso anda ella siempre, buscando por la vida esa clase de personas que le escapan a los lugares comunes, que van un poco más allá, esas que no están del todo bien, las que le dan a la vida otra vuelta de tuerca y por eso arden, al igual que arde ella. Mi amiga Maki, la que un día, sin más, se fue a vivir a Europa, el pretexto, tal vez, acompañar a su familia, la verdadera razón, creo yo, encontrarse ella. Se iba por un año y se quedó tres. Lo conocido, lo de siempre, se fue haciendo cada vez más chiquito. Se encontró, se sintió libre caminando por las calles de Madrid, se sintió auténtica, despojada y feliz. Por eso volver le costó, porque, sin dudas, la que volvió no era la misma que se había ido, o sí pero transformada. No pasaba, solo por haber vivido unos años en otra ciudad, otro país, otro continente, pasaba por volver siendo otra o mejor dicho siendo ella por primera vez, la que había elegido ser. Un tanto perdida, desencajada, con los pies en Buenos Aires y el corazón en Madrid, así la percibía al principio yo, pero, ¿cómo no la iba a entender? Claro que la entendía y la escuchaba cuando aterrada me preguntaba cómo hacía la gente que no se cuestionaba nada, ¿cómo hacen?, me preguntaba, te juro que a veces me gustaría, me decía, no pensar más, no plantearme nada, para no tener este lío en la cabeza. Lo decía pero las dos sabíamos muy bien que esa no era una salida, porque, como le respondía yo, esa gente en definitiva no siente nada. Yo la escuchaba, entendía lo que le pasaba, pero más que nada la admiraba, no se si se habrá dado cuenta, pero me conoce y sabe que soy bastante corta de palabras. La admiraba, por animarse, por salirse del libreto, como la admiro ahora porque pudo acomodar su corazón, re descubrir Buenos Aires, sentirla suya de nuevo, porque pudo plantarse, mostrarse sin miedos, porque llegó el día en que al fin también, se sintió libre caminando por las calles de Buenos Aires, se sintió auténtica, despojada y feliz. Ahora se que uno de los secretos para llegar a ser como queremos ser, es aferrarnos a esas personas que buscan lo mismo que uno, como lo hace Maki y como de alguna manera trato de hacerlo yo, aferrándome a ella.

domingo, 17 de abril de 2011

Hastío

Asueto por días de invierno,

corazón vacante, corazón dormido,

detenido en el tiempo.

Y en el fondo tus ojos,

y en el fondo me pierdo.

jueves, 31 de marzo de 2011

Se acabó lo que se daba


Es así, salís con un pijama mal camuflado a tu kiosco amigo, ese que esta a unos pasos nomás, obvio, a comprarte puchos (porque la adicción le gana rotundamente a la paja), con cara de mi vida apesta y o casualidad, o ley de Murphy, o lo que sea, te encontrás con tu vecino, ese que está bueno, ese que esta muy bueno y te preguntás: “¿Quién me mandó a bajar con estas babuchas del año 2000 y este estado deplorable? ¿En qué momento mi vida se volvió tan patética? ¿Cómo y cuándo estuvieron de moda las babuchas?” La piloteas, otra no te queda, qué tal, qué tal, cómo estas, sonrisa de soy lo menos pero me la banco y seguís tu camino. Pero precisamente es ahí cuando te cambia completamente el panorama, porque sí, porque en ese momento tu vecino representa al resto del mundo, y el resto del mundo tiene una vida, UNA VIDA, ¿se entiende el concepto? Y vos en cambio, bajaste a comprarte cigarrillos para terminar fumándote el de la muerte, ese que ya es innecesario, mientras ves, nose ponele, que el resumen de medianoche de Gran Hermano y lamento decirte que eso no es tener una vida o por lo menos definitivamente no es la vida que uno aspira tener. Ya sé, fue un episodio nada más, un episodio un tanto bochornoso sí, pero no deja de ser un episodio al fin, tampoco hay que exagerar lo tengo claro, puede pasar de vez en cuando, puede que sea un episodio aislado, sin embargo (y acá es donde me pongo en estado de alerta), si un mano a mano con tu vecino lindo y perfumado que notablemente está a punto de hacer algo más productivo que vos te desata toda esta varieté de pensamientos, preguntas y sensaciones turbadoras, es porque claramente algo no esta bien, algo no esta nada bien. Sería algo así como la frutilla del postre que te termina de hacer reaccionar, no se trata entonces solo de que un mal día tu vecino te agarró desprevenida y tiraste al aire un inocente “mierda justo hoy me lo vengo a encontrar” pero seguiste tranquila como si nada, no claro este episodio te aturdió, no se trata entonces de un episodio aislado sino de un cúmulo de situaciones e impresiones que venís arrastrando y que terminaron de sacudirte hoy. Sacudida, esa es la palabra. De alguna manera es bueno lo que pasó hoy, de alguna extraña manera, una circunstancia corriente te remueve de una vez por todas de la miseria en la que venís envuelta y te pide a gritos renovarte. Un escenario que va más allá de la anécdota trivial de cruzarte a tu vecino potro en babuchas viejas, una suerte de contexto revelador hacía un despertar más profundo. Al menos cuando subí no me puse a ver Gran hermano, sino que vine directo a escribir, a modo de descargo, a modo de promesa de un cambio, eso sí mientras escribía me zarpé un toque con el tabaco, pero bueno algo es algo…

miércoles, 9 de marzo de 2011

Idea profunda

El "gran amor" de la vida debería ser el que uno alcanza consigo mismo, tal vez por eso sea el más difícil de conseguir.

viernes, 4 de marzo de 2011

Lo escuché sin querer:

"Y nada desde que le dije te amo no me habló nunca más"
Cara de muy desdichada tenía la pobre. Y sí, que querés, un poco me tenté y a la vez me dio como ternura. Ahora, yo me pregunto, ¿cuán lejos de la realidad se puede llegar a estar para terminar así? Y bueno pensándolo bien, a veces pasa, una flashea y se va un toque al carajo...
Ok. no la conozco, seré muy metida, pero me estan dando unas ganas terribles de ir a abrazarla y decirle: Todo va a estar bien, loca, TODO VA A ESTAR BIEN.

martes, 22 de febrero de 2011

La buena nueva

La vida avanza y crea nueva vida. Ahí está, adentro suyo, gestándose. Todo se vuelve claro, palpable, atrás quedan los miedos, se esconden los fantasmas, todo eso se desvanece cuando por fin toca su panza. ¿Qué hay si fue planeado, buscado, consciente o inconsciente? Su panza le revela su destino, frente al espejo se reconoce como madre, ya es un hecho, nada importa más. Hoy se abraza a esa ilusión y apuesta con todo al amor. Y así, con esa nueva vida que está por nacer, nace felizmente también, una nueva vida para ella.

martes, 11 de enero de 2011

Mi post perdido

Cuando llegas a ese punto de tener que buscar sobre qué escribir, es algo así como cuando llegas a ese punto letal e inconciente de perseguir a un hombre, no va, no va, no va. Tal vez, este no amerite como post pero te tiro la posta, estas al horno. Y parodiando al intento de político, podrías gritar a los cuatro vientos que, tu estado civil hoy es: asexuada. Calma, ningún estado es eterno, ese goma ya se va a divorciar y vos ya vas a conseguir un tipo de nuevo. Welcome 2011.

miércoles, 17 de noviembre de 2010

Miento

Cuando digo que voy a dejar de fumar,
Cuando digo que voy a empezar el gimnasio,
Cuando digo que voy a dormir menos siesta,
Cuando digo que me voy a ir un tiempo a la mierda,
Cuando digo que se me hizo tarde por el trabajo,
Cuando digo que me voy a despertar más temprano,
Cuando digo que voy aprovechar más el tiempo,
Cuando digo que voy a dejar de mirar tanta tele,
Cuando digo que voy a dejar de comprar la paparazzi,
Cuando digo que voy a dejar de comerme las uñas,
Cuando digo que voy a llamar para pedir un turno,
Cuando digo que voy ahorrar,
Cuando digo que voy a dejar de tomarme taxis,
Cuando digo que voy a salir a caminar,
Cuando digo que no me molesta,
Cuando digo que la próxima vez voy hablar más,
Cuando digo que me voy animar,
Cuando digo que ya te olvidé,
Y no es que me guste mentir, nada más que a veces me sale así...

lunes, 8 de noviembre de 2010

Destrábame esta

“A mi nunca me va pasar”. Cuando arrancas con una premisa falsa, todo lo que se construye a partir de esa premisa es falso. Y si esa premisa falsa es la que conduce tu manera de encarar la vida, no hay que ser ningún genio para deducir que no te estas manejando del todo bien. Siguiendo esta línea, la lógica me dice que la solución entonces, sería mandar esa premisa a la mierda. Ahora, ¿cómo se hace? ¿Cómo mandas a la mierda una premisa que la razón te dice que tiene que ser ilusoria por carecer de sustento pero que paradójicamente desde que tenés uso de razón para vos es auténtica? ¿Cómo sacar de raíz algo, que por más equivocado que sea, esta tan arraigado a uno? Refutar esa premisa falsa e ir refutando todo lo que se construyó a partir de ella, esa podría ser una manera. Ahora, ¿cómo se hace? ¿Cómo se refuta una premisa? Podría ser contrarrestándola. Una premisa falsa debería contrarrestarse con una verdadera. ¿Eso significa que la premisa verdadera sería la contraria a la premisa falsa? ¿Lo contrario contrarresta? Más difícil todavía, ¿cómo se contrarresta un pensamiento si es justamente lo que uno piensa? ¿Pensando lo contrario? ¿Es posible forzar un pensamiento, exigirse a creer lo contrario de lo que uno realmente piensa? Mi razón intuye que es una premisa falsa porque no puede confirmarla categóricamente, por más que uno sienta “que nunca va a pasar”, la razón no puede comprobar eso, por tanto la asimila como supuesta, no real. Y la razón no es ninguna boluda, se da cuenta que el pensamiento contrario “a mi me va pasar” tampoco lo puede comprobar, por tanto deduce que esa premisa buscada para contrarrestar la anterior también es supuesta y para peor, encima, es impuesta. La razón me desacredita las dos premisas y sin embargo la primera sigue fime adentro mio, empiezo a creer que la lógica simplemente no puede contra los sentimientos infundados y eso a veces puede ser un problema grave. Ahora, ¿cómo se hace? ¿Cómo se concibe una creencia si no tiene un fundamento lógico? ¿Existen realmente los sentimientos infundados? A ver por ejemplo, a mi me enseñaron a creer en Dios sin poder comprobar su existencia, es una cuestión de fe me dijeron. De alguna manera, sin poner en juego a la razón, se fundamenta esa premisa (creer en Dios) en una convicción, una confianza, una seguridad o como sea que se defina a la fe. Yo podria fundamentar mi premisa (nunca me va a pasar)también, aunque lo mío no es fe, lo mío claramente es falta de convicción, confianza, seguridad o como sea que se defina a la fe. Como sea, puedo ver que no se trata de sentimientos infundados entonces, ya sea la premisa de creer en Dios que se funda en la presencia de fe, o mi premisa que se funda en la ausencia de fe (en este caso de mi misma), las dos tienen fundamentos. Por lo tanto debería fijarme de donde nace esta ausencia de fe para catalogar como falsa o verdadera mi premisa (ni pienses que me voy a meter con el origen de la fe en Dios, sory pero considero más urgente mi propio dilema). Me animo a decir que la falta de fe en mi, nace de la mirada de cómo soy contrapuesta con como me gustaría ser. Mi realidad vs. mi ideal. Yo, la abanderada del cortala con los ideales, la que se cree que la tiene tan clara como para cagarse en tantos ideales y ponerlo de título del blog, la que varios posts atrás los definió como prototipos perfectos pero que no existen sino solo en la imaginación, hoy se auto confiesa como escéptica de si misma por no ser un ideal utópico, fucking ironía. Y digo mi realidad contra mi ideal porque es mi mirada de cómo soy contra mi mirada de como debería ser. Mi mirada, ¿la única mirada verdadera solo porque es mia? “Solo se que no se nada”, que bien la hizo Sócrates, mientras tanto yo vivo condicionada por una premisa de mierda sin saber como mandarla a la mierda, valga la redundancia. Al final, no se si no será mejor no analizar tanto, aunque pensándolo bien, preparate, porque cuando logre despojarme de esa falacia, ahí si que no me para nadie…

sábado, 23 de octubre de 2010

Otra

Tanto timpo y ahí estas, desde el colectivo, sin inmutarme, te veo pasar. Y seguís tan vos, tan ostensiblemente vos, con tu forma despreocupada de caminar, con tus manos en los bolsillos, con tu seriedad impostada, con todo vos y con nada yo. Porque la que vos conoces no te mira más, no son más mis ojos entrecerrados, no es más mi sonrisa tímida, no son más mis nervios disimulados. No soy más esa, yo, aunque vos sigas siendo tan vos.

martes, 12 de octubre de 2010

La incomprendida

El hombre que esta al lado mío esperando el ascensor en Comodoro Py no para, no para. ¿No entiende que no le quiero hablar?, ¿que no lo pienso contestar? No señor, no me interesa comentar del clima, ni de los mineros, ni de mi cara de cansada. Sí señor, estoy cansada, lo ve en mi cara, me lo esta haciendo notar, y con mi mirada fulminante le estoy implorando que se calle, ¿por qué no se da cuenta entonces que necesito que pare, que no puedo, ni quiero mantener una conversación con usted? No señor, no estoy cansada porque ya casi estamos a fin de año, traigo encima un fin de semana de puros excesos, eso pasa, pero usted no lo sabe porque por si todavía no se dio cuenta, usted esta hablando solo. Si señor, buen día para usted también, el mío recién va a ser bueno cuando por fin llegue a la cama. Y ahora lidiar con el joven taxista, si me pongo el i-pod es porque no te quiero escuchar, ¿tan difícil es que te avives? No flaco, te lo pido por favor, no hagas que me tenga que sacar el auricular cada microsegundo, no me obligues a tener que contestarte, al menos el señor del ascensor se conformaba con que le asintiera, pero vos no, vos insistís. ¿Cuánto más tengo que mantener esta conversación monosilábica para que veas que no tenemos nada en común? Te contesto que sí, que me gusta vivir en la ciudad y me decís que vos ni loco cambias el árbol de tu jardín por el ruido de los colectivos, me preguntas donde me gusta irme de vacaciones y cuando te tiro el mar vos me lo contrarrestas con el lago del sur. No, nunca como feijoada, salvo alguna que otra vez en Brasil. La verdad es que mucho no me gusta y tampoco juego al tenis. ¿Eh?, ¿qué si me gustaría ir con vos a un restaurante brasilero? ¿Qué vos vas hacer que me guste? Sí, te escuché pero si no contesto y miro por la ventana, es una forma sutil de decirte que no, de dejar pasar el comentario. Pero no lo captas, me repreguntas y bueno no se puede ser, no me da decirte que no. Ahora volvés con el tenis y a mi no me interesa, estoy llegando a destino, basta de esta tortura. No flaco, dame el comprobante de pago y me bajo no me des un papel y una birome, no me obligues a escribirte mal el número, terminemos con esta farsa, vos y yo no llegamos ni a la esquina juntos, no me vas a llevar a comer, ni a jugar al tenis, eso no va pasar nunca, lo tenés que estar viendo en mi cara. Decime, ¿vos me viste bien?, porque en este preciso momento soy la viva imagen de Lindsay Lohan entrando a rehab. Bueno, no me dejas otra opción, ahí tenés el teléfono de anda a saber quien, que te vaya bien a vos también, a mi recién me va ir bien cuando por fin llegue a la cama. De vuelta en la fiscalía, solo quedan unas pocas horas, voy a intentar archivar las veinte mil causas que entraron en el turno, ¿a quién le miento? No lo voy hacer, simplemente no puedo, es a mi a la que tienen que archivar, paquete de archivo, caja y que me embalen bien embalada, hasta que vuelva a ser yo y recién voy a ser yo cuando por fin llegue a la cama.