miércoles, 17 de noviembre de 2010

Miento

Cuando digo que voy a dejar de fumar,
Cuando digo que voy a empezar el gimnasio,
Cuando digo que voy a dormir menos siesta,
Cuando digo que me voy a ir un tiempo a la mierda,
Cuando digo que se me hizo tarde por el trabajo,
Cuando digo que me voy a despertar más temprano,
Cuando digo que voy aprovechar más el tiempo,
Cuando digo que voy a dejar de mirar tanta tele,
Cuando digo que voy a dejar de comprar la paparazzi,
Cuando digo que voy a dejar de comerme las uñas,
Cuando digo que voy a llamar para pedir un turno,
Cuando digo que voy ahorrar,
Cuando digo que voy a dejar de tomarme taxis,
Cuando digo que voy a salir a caminar,
Cuando digo que no me molesta,
Cuando digo que la próxima vez voy hablar más,
Cuando digo que me voy animar,
Cuando digo que ya te olvidé,
Y no es que me guste mentir, nada más que a veces me sale así...

lunes, 8 de noviembre de 2010

Destrábame esta

“A mi nunca me va pasar”. Cuando arrancas con una premisa falsa, todo lo que se construye a partir de esa premisa es falso. Y si esa premisa falsa es la que conduce tu manera de encarar la vida, no hay que ser ningún genio para deducir que no te estas manejando del todo bien. Siguiendo esta línea, la lógica me dice que la solución entonces, sería mandar esa premisa a la mierda. Ahora, ¿cómo se hace? ¿Cómo mandas a la mierda una premisa que la razón te dice que tiene que ser ilusoria por carecer de sustento pero que paradójicamente desde que tenés uso de razón para vos es auténtica? ¿Cómo sacar de raíz algo, que por más equivocado que sea, esta tan arraigado a uno? Refutar esa premisa falsa e ir refutando todo lo que se construyó a partir de ella, esa podría ser una manera. Ahora, ¿cómo se hace? ¿Cómo se refuta una premisa? Podría ser contrarrestándola. Una premisa falsa debería contrarrestarse con una verdadera. ¿Eso significa que la premisa verdadera sería la contraria a la premisa falsa? ¿Lo contrario contrarresta? Más difícil todavía, ¿cómo se contrarresta un pensamiento si es justamente lo que uno piensa? ¿Pensando lo contrario? ¿Es posible forzar un pensamiento, exigirse a creer lo contrario de lo que uno realmente piensa? Mi razón intuye que es una premisa falsa porque no puede confirmarla categóricamente, por más que uno sienta “que nunca va a pasar”, la razón no puede comprobar eso, por tanto la asimila como supuesta, no real. Y la razón no es ninguna boluda, se da cuenta que el pensamiento contrario “a mi me va pasar” tampoco lo puede comprobar, por tanto deduce que esa premisa buscada para contrarrestar la anterior también es supuesta y para peor, encima, es impuesta. La razón me desacredita las dos premisas y sin embargo la primera sigue fime adentro mio, empiezo a creer que la lógica simplemente no puede contra los sentimientos infundados y eso a veces puede ser un problema grave. Ahora, ¿cómo se hace? ¿Cómo se concibe una creencia si no tiene un fundamento lógico? ¿Existen realmente los sentimientos infundados? A ver por ejemplo, a mi me enseñaron a creer en Dios sin poder comprobar su existencia, es una cuestión de fe me dijeron. De alguna manera, sin poner en juego a la razón, se fundamenta esa premisa (creer en Dios) en una convicción, una confianza, una seguridad o como sea que se defina a la fe. Yo podria fundamentar mi premisa (nunca me va a pasar)también, aunque lo mío no es fe, lo mío claramente es falta de convicción, confianza, seguridad o como sea que se defina a la fe. Como sea, puedo ver que no se trata de sentimientos infundados entonces, ya sea la premisa de creer en Dios que se funda en la presencia de fe, o mi premisa que se funda en la ausencia de fe (en este caso de mi misma), las dos tienen fundamentos. Por lo tanto debería fijarme de donde nace esta ausencia de fe para catalogar como falsa o verdadera mi premisa (ni pienses que me voy a meter con el origen de la fe en Dios, sory pero considero más urgente mi propio dilema). Me animo a decir que la falta de fe en mi, nace de la mirada de cómo soy contrapuesta con como me gustaría ser. Mi realidad vs. mi ideal. Yo, la abanderada del cortala con los ideales, la que se cree que la tiene tan clara como para cagarse en tantos ideales y ponerlo de título del blog, la que varios posts atrás los definió como prototipos perfectos pero que no existen sino solo en la imaginación, hoy se auto confiesa como escéptica de si misma por no ser un ideal utópico, fucking ironía. Y digo mi realidad contra mi ideal porque es mi mirada de cómo soy contra mi mirada de como debería ser. Mi mirada, ¿la única mirada verdadera solo porque es mia? “Solo se que no se nada”, que bien la hizo Sócrates, mientras tanto yo vivo condicionada por una premisa de mierda sin saber como mandarla a la mierda, valga la redundancia. Al final, no se si no será mejor no analizar tanto, aunque pensándolo bien, preparate, porque cuando logre despojarme de esa falacia, ahí si que no me para nadie…

sábado, 23 de octubre de 2010

Otra

Tanto timpo y ahí estas, desde el colectivo, sin inmutarme, te veo pasar. Y seguís tan vos, tan ostensiblemente vos, con tu forma despreocupada de caminar, con tus manos en los bolsillos, con tu seriedad impostada, con todo vos y con nada yo. Porque la que vos conoces no te mira más, no son más mis ojos entrecerrados, no es más mi sonrisa tímida, no son más mis nervios disimulados. No soy más esa, yo, aunque vos sigas siendo tan vos.

martes, 12 de octubre de 2010

La incomprendida

El hombre que esta al lado mío esperando el ascensor en Comodoro Py no para, no para. ¿No entiende que no le quiero hablar?, ¿que no lo pienso contestar? No señor, no me interesa comentar del clima, ni de los mineros, ni de mi cara de cansada. Sí señor, estoy cansada, lo ve en mi cara, me lo esta haciendo notar, y con mi mirada fulminante le estoy implorando que se calle, ¿por qué no se da cuenta entonces que necesito que pare, que no puedo, ni quiero mantener una conversación con usted? No señor, no estoy cansada porque ya casi estamos a fin de año, traigo encima un fin de semana de puros excesos, eso pasa, pero usted no lo sabe porque por si todavía no se dio cuenta, usted esta hablando solo. Si señor, buen día para usted también, el mío recién va a ser bueno cuando por fin llegue a la cama. Y ahora lidiar con el joven taxista, si me pongo el i-pod es porque no te quiero escuchar, ¿tan difícil es que te avives? No flaco, te lo pido por favor, no hagas que me tenga que sacar el auricular cada microsegundo, no me obligues a tener que contestarte, al menos el señor del ascensor se conformaba con que le asintiera, pero vos no, vos insistís. ¿Cuánto más tengo que mantener esta conversación monosilábica para que veas que no tenemos nada en común? Te contesto que sí, que me gusta vivir en la ciudad y me decís que vos ni loco cambias el árbol de tu jardín por el ruido de los colectivos, me preguntas donde me gusta irme de vacaciones y cuando te tiro el mar vos me lo contrarrestas con el lago del sur. No, nunca como feijoada, salvo alguna que otra vez en Brasil. La verdad es que mucho no me gusta y tampoco juego al tenis. ¿Eh?, ¿qué si me gustaría ir con vos a un restaurante brasilero? ¿Qué vos vas hacer que me guste? Sí, te escuché pero si no contesto y miro por la ventana, es una forma sutil de decirte que no, de dejar pasar el comentario. Pero no lo captas, me repreguntas y bueno no se puede ser, no me da decirte que no. Ahora volvés con el tenis y a mi no me interesa, estoy llegando a destino, basta de esta tortura. No flaco, dame el comprobante de pago y me bajo no me des un papel y una birome, no me obligues a escribirte mal el número, terminemos con esta farsa, vos y yo no llegamos ni a la esquina juntos, no me vas a llevar a comer, ni a jugar al tenis, eso no va pasar nunca, lo tenés que estar viendo en mi cara. Decime, ¿vos me viste bien?, porque en este preciso momento soy la viva imagen de Lindsay Lohan entrando a rehab. Bueno, no me dejas otra opción, ahí tenés el teléfono de anda a saber quien, que te vaya bien a vos también, a mi recién me va ir bien cuando por fin llegue a la cama. De vuelta en la fiscalía, solo quedan unas pocas horas, voy a intentar archivar las veinte mil causas que entraron en el turno, ¿a quién le miento? No lo voy hacer, simplemente no puedo, es a mi a la que tienen que archivar, paquete de archivo, caja y que me embalen bien embalada, hasta que vuelva a ser yo y recién voy a ser yo cuando por fin llegue a la cama.

jueves, 7 de octubre de 2010

Sobre la amistad entre el hombre y la mujer

"El hombre lo primero que piensa cuado ve a una mujer es: le doy o no le doy, después viene todo lo demás"
Listo, por si me quedaba alguna duda...

martes, 21 de septiembre de 2010

El regreso

Me encantaría decirte que hace mucho no le doy bola al blog porque estoy a mil, re ocupada viste, pero si te digo eso te miento, descaradamente te miento. Lo que me pasó fue un bloqueo mental, bueno, más que un bloqueo mental fue un bloqueo vital diria yo. Igual, no dramatizo eh, no es mi estilo. Pero, ¿nunca te pasó el: “no tengo ganas de hacer nada”? Me juego a que sí y sino desconfío. El problema es que esta racha de vida/bodrio se me fue prolongando demasiado esta vez, aunque de a poco, se ve que estoy resurgiendo, como ahora, ponele, que estoy escribiendo. Mirá, para que te des una idea, hace unas semanas fui con una amiga a una tarotista y la bruja apenas me empieza tirar las cartas me dijo que estaba muy para adentro, desmotivada, puntualmente me describió como una flor marchita. Mierda, dije yo, le pegó, marchita, esta bruja si que sabe. Después pensé que con la cara de ojete que tengo últimamente, tampoco es que hay que ser adivina y chau crédito al intento de vidente. En fin, así me sorprendió el invierno, en un stand by persistente. Como si de golpe todo lo que generalmente haces por gusto, se convirtiera en una carga, en una obligación, “tengo que salir”, “tengo que ir al curso de fotografía”, “tengo que ir a tomar el te con las chicas”, “tengo que ir a flora”, “tengo que escribir”, tengo que hacer todo eso y no tengo nada de ganas, ¿qué tal? Así de simple, al no tener ganas, todo se fue tiñendo de un “tengo que” insoportable. Decime, si llegaras a ese punto, ¿vos que harías? ¿Te obligarías a hacer todo, aunque eso te requiriera un esfuerzo heroico o esperarías a que las ganas reaparezcan? Como cuando no tenes hambre, ¿comes igual o esperas a que te empiece hacer ruido la panza? ¿Luchar contra un sentimiento o escucharlo y dejarlo ser? Porque me suena que si las ganas se rajan y te dejan en pampa y la vía, algo te están queriendo decir, ahora flor de conchudas son, te mandan un mensaje subliminal y se toman el palo, me querés explicar entonces, ¿de dónde corno saco las ganas para descifrarlo? Y acá estoy, después de un lapso considerable de hacerme la boluda, de escaparme al mundo del ocio, de ponerme en off, de tele hasta tarde y de siestas eternas, acá estoy, poniéndole el pecho a las balas, tratando de entender que fue lo que pasó. Pienso, pero la realidad es que no pasó nada grave, no me sacrificaron al perro (que no tengo), no me echaron del trabajo, no tuve un desengaño amoroso, no pasó nada, nada de nada, absolutamente nada. Claro, nada, o sea, ¿nada entendés? Se me va aclarando un toque el panorama, no se a vos. Ok., no me pasó nada malo últimamente, pero tampoco me pasó nada bueno, no me pasó nada y la nada misma pareciera un tanto desalentadora, ¿no? Por ahí no es que las ganas me abandonaran, por ahí se vieron opacadas por esa “nada deplorable”, por ese “todo sigue igual angustioso”, por la frustración de sentir que la cosa no cambia. En una de esas la mente se acostumbra a esa nada y al ser ese el estado dominante, las ganas suponen que eso es lo que hay que hacer, nada. Me quedó lindo el auto análisis de la situación, el tema ahora es como solucionarlo. ¿Será tan fácil como decirle a la mente que no se acostumbre a la monotonía de la nada, que no se angustie porque todo sigue igual, que no se frustre porque la cosa no cambia y avisarle que estuvo confundiendo donde apuntar las ganas? Hacerle entender que si apunta a las ganas a no hacer nada, indudablemente no va a cambiar nada. No se si será tan facil, no se con certeza esa respuesta, la verdad es que tengo muchas más preguntas que respuestas, pero si hay algo que sí se con certeza es que una vez que tocaste el fondo del pozo no te queda otra que empezar a salir, como se que después de tanto invierno, al fin llega la primavera, como se que después de estar mucho tiempo lejos, va siendo la hora de volver.

jueves, 22 de julio de 2010

Dar el paso

Hay veces que el pasado empieza a revelarse como no tan pisado, te toca la espalda y te exige mirar para atrás. Y por mucho que ya hayas caminado, llega un momento que algo te impide avanzar. Entonces, darse vuelta resulta imprescindible para poder ver, que uno es por lo que fue, que no existe hoy sin ayer. Golpes que dejan marca y el tiempo, que todo lo cura, sin embargo no resuelve. Porque resolver esta en uno, nada más que en uno.

lunes, 19 de julio de 2010

Me cago en la tecnología

Yo puedo sacarme a un tipo de la cabeza, el temita es que no puedo sacarlo de las redes sociales. Y así es imposible loco!

lunes, 21 de junio de 2010

Clarividencia (o no)

Yo no se si es porque siempre fui más Mafalda que otra cosa, pero ya desde chica me veo divorciada. Es como una intuición, un sexto sentido ponele. Es una imagen que se me aparece muy clara, me veo manejando una 4x4, yendo a buscar a los pendejos al colegio y soy divorciada. Se que cuando sea grande voy a ser divorciada, lo se y punto. Claro que todavía no encontré al padre de mis hijos, es más ni siquiera aprendí a manejar…

domingo, 30 de mayo de 2010

Searching a galan

Acabo de llegar a la alarmante conclusión de que los hombres en mi vida han tenido solo bolos y alguno que otro con una participación especial, en fin habrá que seguir con el casting...

martes, 18 de mayo de 2010

Reseña

Escribís mucho sobre algo que a ustedes, las mujeres les encanta. Ojo crítico y media sonrisa de devolución, porque en la otra mitad de mi boca, a modo de mueca, aflora la incertidumbre que me provoca este dictamen. Eso y que soy monotemática es prácticamente lo mismo. Vos hombre, decis que yo mujer, suelo centrarme en un contenido que mi género disfruta sobremanera. Primero y principal detecto, no por nada, que ese algo, sobre lo que a nosotras nos encanta debatir, es el tópico amoroso. Y tiene razón, tiene toda la razón, soy lo suficientemente conciente de mi tendencia sobre el tema y su repercusión femenina, por decirlo de alguna manera. Pero no, eso no me genera la mueca, lejos estoy de preocuparme por si escribo más de lo mismo o por si lo que escribo atrapa más a mujeres que a hombres. Mi mueca va un poco más allá, las dudas subsumidas en ella surgen de lo que algunos identifican como la guerra de los sexos o esa pelotudez de que los hombres vienen de Marte y las mujeres de Venus. ¿Es que los intereses de hombres y mujeres son completamente diferentes? (Me río porque estoy segura de que con este interrogante acabo de captar la atención de muchas mujeres y seguramente la de ningún hombre, mujeres desesperadas por encontrar respuestas, que desde ya les digo que no tengo ni más puta idea). A grandes rasgos y dejando de lado las excepciones, acostumbramos escuchar que el hombre es más práctico, que no se hace mucho quilombo por nada, mientras que la mujer es más meticulosa, da vueltas y vueltas sobre lo mismo en su ambición por analizarlo y entenderlo todo. El modus operandi de uno y otro difiere notablemente. Si a un tipo lo dejan vuelve al ruedo, sin cuestionarse demasiado lo que pasó. Si estaba muy enganchado, seguramente esté mal pero no se va a sentar con un amigo a desmenuzar, indagar, nada de eso, va mandar un mail para que el próximo viernes inviten nueva mercadería porque piensa volársela, seguramente pase por una etapa completamente descreído del amor tapando agujeros con alcohol sin ni siquiera saberlo, porque ese es su modo de actuar. Ahora si a una mujer la dejan, agarrate, porque va a necesitar hablarlo día y noche, racionalizar cada detalle, entender el por qué, comer poco y llorar mucho y después de un tiempo considerable, cuando lo haya aceptado aunque no siempre superado, volver al ruedo, porque ese es su modo de actuar. ¿Es que para las mujeres se vuelve imperioso hablar de todo lo que les pasa, mientras que para los hombres no hace falta hablar nada? (Ok. me hago cargo, sigo dando vueltas sobre lo mismo, será mi condición que me lo exige). A las mujeres nos encanta hablar y sobretodo nos encanta hablar de los hombres y las relaciones, eso no se discute. Pongamos de ejemplo una primera cita, la mujer va a querer saberlo todo: “¿Qué tenía puesto?, ¿A dónde te llevó?, ¿De qué hablaron?, ¿Te contó de la ex? ¿Te gusta?, ¿De qué trabaja?, ¿Cómo fue la despedida?, ¿Fue chau o chau nos vemos?, ¿Da para algo serio?, etc. El hombre va a querer saber solo lo justo y necesario: ¿Está buena?, ¿Te la garchaste?, sin etc. A las mujeres nos divierte hablar mucho de esos temas y como nos divierte hablar, nos divierte leer de eso que tanto hablamos. A los hombres no les divierte hablar mucho de esos temas y como no les divierte hablar, no les divierte leer de eso que no hablan tanto. Pero, ¿qué no lo hablen tanto y por ende tampoco lo lean quiere decir que no les intersa? ¿Soy capaz de afirmar, inspirada en el ojo crítico de un hombre y mi consecuente análisis de mujer, que a los hombres no les interesa el amor? No, no soy capaz, no me animo a pensar eso, de hecho no me lo creo. Podría escribir sobre futbol (aunque se que podría es un decir), sobre el buen culo de Flopy Tesouro o las tetas de Pamela David, podría hacerme la Shangai Baby y describir una escena erótica con manage a trua incluido, o escribir sobre los juegos de la play en un afán por atrapar al lector masculino, sin embargo, ¿no estaría de esta manera subestimando al hombre, como se subestimaría a la mujer si solo se escribiera de botox, moda y nuevos zapatos? No, no creo que los intereses más profundos de hombres y mujeres sean completamente diferentes, sí creo, tal vez, que las perspectivas son las que difieren un poco.

viernes, 14 de mayo de 2010

miércoles, 5 de mayo de 2010

Vete destino, vete conmigo

¿Destino marcado o nosotros como artífices del mismo? Las dos hipótesis me generan el mismo espanto. Porque, o estamos atados a lo que esta escrito, o somos los únicos responsables de lo que nos pasa (y ahí anda a cantarle a Gardel). Entonces hago un breve repaso de mi vida y las imágenes empiezan a hablar por si solas. Algunas me dicen que claramente no estaba en mí el poder de cambiar lo acontecido mientras que otras me declaran culpable. Cuando alguien cercano se muere vos sabes que no hubo nada que podrías haber hecho para que eso no pasara, ahora si te presentas a un final sin haber tocado una hoja es diferente, ahí hubo una elección de tu parte. Pero mira vos, frente a esa muerte, que no elegiste, vos podes quedarte paralizado o podes buscar ayuda y salir adelante, en cambio ese examen, que elegiste no estudiar, no lo vas a pasar. ¿Cuándo el destino esta marcado se hace inevitable que seamos artífices del mismo, mientras que cuándo somos nosotros los artífices inevitablemente marcamos nuestro destino? ¿Hay cosas que pasan porque tienen que pasar y cosas que dependen de nosotros para que pasen? ¿Nada pasa por nada o todo pasa por algo? ¿Existe tal cosa como la contingencia o el azar o todo tiene su razón de ser? Que conozcas alguien que te guste en una fiesta es contingente pero que te quedes hablando o sigas de largo depende de vos, eso esta claro. El destino es el que baraja las cartas pero nosotros somos los que jugamos, me gusta esa frase de Shakespeare. Igualmente este temita del destino creo que me confunde demasiado. Aunque no se por qué pero me suena que el destino y uno van de la mano.


miércoles, 28 de abril de 2010

Reina en colores

Lunes amarillo, martes azul, miércoles naranja, jueves marrón, viernes naranja, sábado gris, domingo naranja. Y si te hablo de los meses te puedo decir que enero es naranja , febrero amarillo, marzo es celeste, abril rojo, mayo gris, junio y julio bordeaux, agosto es amarillo, septiembre azul, octubre amarillo, noviembre bordeaux y diciembre es gris. De toda la vida eh, yo veo los días y meses en colores, entre otras cosas. A mi me hablas de un martes y yo se que es azul, simplemente lo se. Y no me pidas que te de explicaciones de por qué, o que profundice sobre la coherencia de la elección del color porque no la hay, no tiene razón de ser, sólo es. Es más ni me animo a decir que los elijo porque ni siquiera los pienso, sólo los veo. Lo mismo me pasa con los nombres y las calles, ósea a ver por darte ejemplos para mi María es claramente blanco, Clara es amarillo o Juana es naranja, Santiago es verde como Manuel y Joaquín. Puedo seguir eternamente, Agustín es marrón, Florencia es rosa y Verónica también. Lucía, Lucila y derivados son todos celestes, aunque con los nombres el color que más se me aparece es el amarillo Guillermo, Enrique, Josefina, Sofía, Matías, Victoria, Nicolás, Clara que ya lo dije, Catalina, entre otros, son todos amarillos. El verde también pega fuerte, aparte de los de arriba te puedo numerar como verdes a Juan, José, Javier, Jorge y sigue la lista. Qué se yo, Tomás es naranja, Patricio es blanco, Sebastian celeste, Armando blanquísimo, etc., etc., etc. Las calles, Santa Fé es roja, Juncal es bordeaux, Esmeralda es amarilla (si ya se debería ser verde pero no, es amarilla), Laprida es blanca… Confieso que siempre me pareció de lo más normal, como que es así, hasta pensé que a todo el mundo le pasaba, pero el otro día me di cuenta que no todo el mundo tiene esta paleta cromática asociada con cosas. Salió de la nada como un comentario más, en una charla entre amigos, de sobremesa, sobre esas mañas que tiene uno como contó Quique que el volumen siempre tiene que estar en par, o Pauli la amiga de Maki, que internamente va contando las letras cuando la gente habla y tiene un temita con el cuarenta, Dol que le baja la presión la uniformidad, eso de ver cosas todas iguales y juntas parece como que la debilita, un empapelado con las mismas formas todas iguales o el mundo acuático que según ella es tan igual, no sé será por las algas, anda a saber y sin ir más lejos ze lele que con los dedos va separando en silabas las palabras que dice, y no, no estamos del todo bien, pero ¿quién está del todo bien?. En fin entre tanta frikeada yo mandé la mía, a mi me pasa que hay muchas cosas que para mi tienen un color, como por ejemplo los días de la semana. Y todos se quedaron perplejos y ahí fue que sin querer gané la pulseada. Entonces estuvimos mucho tiempo en un indefinido ping- pong de días, meses, nombres, apellidos vs. colores. A ver, ¿Adriana? Adriana es blanco, contestaba yo. ¿Y te pasa en otros idiomas?, ponele, ¿si te tiro un John? John amarillo. Ay pero lo decís con tanta seguridad es como que tenés un saber del más allá. Sos como la profeta de los colores, pero, ¿cómo es? ¿ves el nombre en ese color?, tipo ves ¿lunes en amarillo? No, veo solo el color, como, a ver, si yo digo mesa en mi mente se aparece una mesa, ahora si yo digo viernes veo el naranja. Llegamos a la conclusión de que solo me pasa con cosas abstractas, que no tienen forma. Me fui a dormir quemada, tantas preguntas me hicieron sentir como especial, ¿estare loca? Y mi cabeza iba a mil, claro no eran solo meses, días, nombres, daba vueltas en la almohada y me di cuenta que de todo de lo que no tengo una imagen predeterminada le puedo poner un color, Amor es blanco estoy segura y segura es verde, seguir es gris, timidez es blanca, felicidad es amarilla, entre tantas palabras finalmente me dormí. Flora me dijo que hay a gente que le pasa y que, que suerte que veía en colores porque ella tenía una paciente que todo lo veía gris, así que, que me alegrara por ser tan original. Mucha pelota no me dio y yo lo suponía porque al fin y al cabo, ¿qué importancia tiene que yo vea colores? Tengo en la lista otros mambitos más importantes para resolver.
(Sepan disculpar las faltas de ortografía, puntuación, etc, la verdad es que no les presté atención, escribí todo de corrido sin pensar, en pos a la credibilidad de mi discurso. Por cierto, verdad es naranja, atención es blanca, pensar es gris).

lunes, 26 de abril de 2010

jueves, 22 de abril de 2010

De "Eat, Pray, Love" y un nuevo saber

“El amor desesperado consiste en inventarse un personaje, exigir a la persona amada que lo represente y hundirse en la miseria cuando se niega a convertirse en ese ser de ficción” Abre grande los ojos y relee, ¿es una revelación?, ¿es un mensaje del más allá?, no, no es nada de eso, es una frase más de un best seller de moda pero para ella lo es todo, en este momento lo es todo. De pronto le parece que el colectivo entero la observa, no saca los ojos del libro pero percibe poderosamente como todas las miradas están puestas sobre ella, ¿es qué todo el mundo lo sabía?, ¿es qué todos menos ella lo entendían?, no, nadie la mira, es solo que se siente una aprendiz ante tan irrefutable teoría. Sin embargo descubrir un verdad tan grande no sabe si la alivia o le pesa más que antes, ¿es que eso no fue amor?, ¿es que eso fue todo una mentira?, no, no fue amor ni tampoco fue una mentira, fue simplemente el encuentro entre dos personas que no pudieron darle al otro lo que quería y no porque no querían, sino simplemente, porque no podían. Y esta última reflexión finalmente la tranquiliza.

martes, 13 de abril de 2010

De traumas adolecentes

Quince años, quince humillantes años y una fiesta de egresados. De punta en blanco y borracha hasta la médula fui a parar a Buenos Aires News después de haberme tomado hasta el agua de los floreros de la terraza de mi edificio, sí la terraza de un edificio resultó guarida conveniente para veinte monas que aún no tenían edad suficiente para beber a salvo en el living de sus acogedoras casas con padres durmiendo de fondo. Así es como, con una considerable dosis de vodkasha en la sangre del gusto de casi todas las frutas que existen, mi pubertad, la campera-soy canchera- de cuero violeta que silenciosamente tomé prestada de mi hermana y yo llegamos a la fiesta del colegio del chico de mis video clips pre-sueño. Un, tu cara no me dice nada, de metro 60 que lejos estaba de tratarme como una reina pero que vaya a saber uno por qué, a mi me gustaba (Flora, apuntá esto por dios, ya de chica tenía este mambito dando vueltas). Me llevaba por encima el mundo y las mesas, entré triunfal, victoriosa, la bebida blanca había surtido efecto y me hacía sentir radiante, gloriosa, toda una femme fatal de unos quince- pechos recién asomándose- años. Venía arrastrando ese amor por casi dos años, dos años de persecución, de idas y vueltas creadas más que nada por mi mente, de llamadas telefónicas “anónimas”, de un don nadie que se me hacia el don Juan y que yo compraba día tras día, el culpable de haber resignado un noviecito harto buen mozo, de haberlo sacrificado por un sin sentido que me dijo que no podía creer que estaba de novia a lo que yo instintivamente rematé con un “ah no pero no me gusta más, mañana le corto”, grave error, entre otros. Pero nada más grave como el error de esa noche, de esa fatal noche. Grave error, divisar una cámara de televisión y plantarme frente a ella, grave error aceptar dar una nota para el Canal Musical, grave error pedir un tema de Ricky Martin, (de Ricky Martin, ¿entendés?), pero sin dudas el error más grave de todos y acá respiro profundo y cierro los ojos para evitar tener que saludar a la vergüenza que aún hoy se asoma cada vez que evoco este recuerdo, el error más grave fue esbozar un “SÍ, AGUANTE ALEJO LOCO” a modo de respuesta cuando el conductor maliciosamente me preguntó si me caían bien los chicos del colegio Salvador. Seguro lo tenés, ese flaco, alto, morocho que todavía hoy hace notas patéticas para CM y al que todavía hoy sigo insultando internamente cada vez que lo veo por la pantalla, por tratarse del criminal que me asesinó socialmente, (al menos por un tiempo). Al otro día me desperté con resabios de aquellos cinco bochornosos minutos de fama, se me aparecía la imagen de un micrófono pero todo era muy confuso, ¿Qué había dicho?, “En otras palabras le confesaste al mundo que morís por Alejo”, me aclaró Juanita. “Listo, me tengo que ir del país, eso tengo que hacer”. Pero me quedé porque era prácticamente imposible exiliarme a los quince años, sin permiso para salir y sin un peso. Me quedé y le hice frente a la situación. Soporté que esa nota saliera en la comida de fin de año del Salvador, soporté que la futura novia y sus amigas se miraran cómplices cada vez que yo pasaba, soporté que él y sus secuaces me jodieran hasta al hartazgo. Lo soporté, porque seré muchas cosas, pero por sobretodo soy guapa.

sábado, 10 de abril de 2010

Vísperas

Y de repente se apaga la luz, te agarra totalmente desprevenida una oscuridad arrasadora que te nubla la visión por completo, que te roba el entusiasmo y sin previo aviso lo que era blanco se vuelve negro y estás sentada en frente de tu analista desesperada porque en breve cumplis veinticinco años y crees que se te pasa la vida y lo decís con vergüenza porque sabes que no son ochenta los que cumplís, sin embargo está omnipresente ese sentimiento de que algo se te escapa de las manos, de que no estas haciendo nada para cambiarlo, de que estás inmóvil sin ni siquiera estirar los brazos. Tenés una semana para el olvido, con una pelota en el pecho que no te deja respirar, preguntándote como de un día para el otro se puede estar tan mal sin que haya pasado algo en concreto. Y cuando en el patio de comidas te traen una milanesa de pollo en vez de una de ternera y hacés un escándalo sabiendo que si cerrás los ojos las lagrimas van a empezar a brotar sin permiso, te decís: "listo mujer, tocaste fondo no podés llorar por una milanesa". Claramente no te queda otra que hacerte cargo de esa mochila de mil toneladas que venís arrastrando hace unos cuantos días y te proponés meterle un poco de garra porque así no da para más. Después llega el viernes, vas a la recibida del novio de tu amiga sin muchas ganas y sin darte cuenta estas bailando y divirtiéndote y notás como la pelota en el pecho empieza a ceder. Entonces entendés que de vez en cuando, puede ser que se venga un nubarrón pero que esta en vos restregarte los ojos para poder ver con claridad otra vez. Ok. mañana cumplo años. Sí, un cuarto de siglo un día domingo, pero aún asi, ahora veo que no todo esta tan mal.

sábado, 27 de marzo de 2010

Detalle no se si menor

Si existe algo por lo que me hubiese divertido un poco ser hombre, es para dar una buena piña… si dejate de joder, una buena trompada calculo que es impagable ¿o no? Mirar fijo a los ojos y amenazar con un “Raja de acá o te re cago a trompadas” supongo que ese poder debe sentirse de pelos, no lo afirmo porque nunca lo viví y nunca lo voy a vivir porque ni da que una hembra como yo se agarre a las piñas, en vez de eso lloro, lloro, pataleo, me indigno. Aunque no es lo mismo, al menos creo que no debe ser lo mismo y no es apología del delito eh, para nada, pero vamos, un ajuste de cuentas siempre y cuando sea justificado y sin irse de mambo, tangible que debe sentirse bien. En cambio una que es nena para aliviarse llora y bueno es lo que toca, no me quejo tampoco. Ojo hay de todo, me consta que más de una se sacó las ganas alguna vez o varias, pero y en esto seré machista, para mi las mujeres no pegan, a lo sumo una cachetada te la banco aunque suena muy novelero eso. Para todo lo demás me considero demasiado minita pero con el tema de descargarse de lo lindo creo que ahí hay algo que queda dando vueltas para las mujeres, porque una se puede poner adrede a ver la película más deprimente del mundo y aprovechar que al chico de Mi primer beso le faltan sus anteojos y llorar hasta que no te quedan lagrimas, porque como les explica Vada a los que estan en el velorio, Thomas no puede ver sin sus anteojos y porque tu vida es una mierda, pero a veces no resulta suficiente y por más que piense no encuentro la manera para que las chicas puedan saciar esa necesidad de trompear a alguien (sí, sí, alguien que realmente lo merezca y una trompada medida) y sentirse como nuevas, sin dejar de ser chicas. Y si pienso en los hombres me pasa al revés, porque los hombres pueden llorar sin perder su condición, es más a mi gusto que un hombre sepa llorar lo eleva, lo hace más hombre aún (aunque más de uno piense lo contrario), entonces pueden llorar y pueden pegar piñas a lo loco en cambio nosotras no podemos hacer las dos cosas (o sí pero no esta bueno). En fin, es por lo único que me gustaría (bueno eso y por no tener que depilarme claro), solo por intriga, al menos para saber que se siente. Para el resto a lo Nacha Guevara te escribo vanidosa con rouge en el espejo “Me gusta ser mujer”.

domingo, 21 de marzo de 2010

Esa clase de mujer

Minitas proto, si me hago la Mariana Grondona te podría explicar que etimológicamente proto viene de la palabra prototipo, del latín protopiriturus, que más da. La cosa es que existe un espécimen de mujer que a mi y a unas cuantas amigas nos gusta definir como mujeres proto porque son, te diría que son de manual. Me cuesta un poco describirlas, es raro lo que me pasa, es como que las veo, tienen ese no se qué que las hace ser así, porque el resto de las mujeres podemos coincidir en algunas características con este tipo de mujer pero eso no nos hace ser una de ellas, porque la proto puede tener una suma de reseñas distintivas pero por sobretodo tiene un aura especial que la hace ser como es. Me pasa seguido de encontrarme en alguna reunión y detenerme por un segundo a detectarlas, hago un paneo general y las voy señalando mentalmente, es como si las alumbrara una luz diferente. No puedo afirmar que toda niña proto se caracterice por ser linda pero te lo hace creer, eso seguro, porque siempre esta perfecta, siempre esta aburridamente perfecta. Usa aros de perla y suele combinar los zapatos con la cartera. Le caben los jeans claritos y se peina con media cola con una cantidad inaudita de clips, sí la mujer proto curiosamente usa muchos clips. La típica lindita, sin un gramo de onda, flaquita y femenina hasta el hartazgo. Siempre sonrientes, ubicadas y educadas. Siempre en todo les va bien., porque nacieron para ser Susanitas magníficas que cocinan y van a misa. Hay colegios que son semilleros de este prototipo, y una que fue a uno de esos colegios no entiende como salió así, pero lo agradece, por dios que lo agradece. Cantado que estudia en universidad privada, salvo alguna rara excepción, carreras como derecho, recursos humanos, administración de empresas y en el peor de los casos terminan siendo maestras jardineras, la mujer proto por excelencia señores, la maestra jardinera. Eso sí, al resto de las mujeres nos podrán irritar, pero a los hombres les encantan. A cualquier hombre sea, proto (porque también hay hombres proto que se creen), sea tumbero, sea rugbier, sea falopero, sea modelo, sea rockero, sea el tipo de que sea, le gusta este prototipo de mujer. Lo más seguro es que termine con una proto, porque sí, porque es una buena candidata para que sea la madre de sus hijos, porque es clásica y el machismo sigue vigente, porque es chata y bastante tonta y el hombre que peca de inseguro se siente más a gusto así y esta bien. Pero ojala estos hombres sigan pudiendo ser el tipo de hombre que quieren ser y no el que su mujer proto los haga ser, porque una siniestra verdad es que si alguna cualidad tienen estas mujeres es la de sutilmente no dejar ser al que tienen al lado, ¿será por eso que hay tanta mujer proto cornuda, tal vez? Lo peor es que son divinas, son buenas y a una le da culpa odiarlas porque no te pueden caer mal y sin embargo a mi me molestan, que querés que haga me molestan, me dan ganas de agarrarlas y suplicarles que se despeinen un poco, que se relajen, que se agarren un buen pedo y bailen como personas normales, que vivan más y posen menos, que se manden una cagada, que no sean tan convencionales, que digan una guasada alguna vez, que se les rompa una uña, no se, algo, que les pase algo mierda!

sábado, 20 de marzo de 2010

viernes, 12 de marzo de 2010

Inoportuna

Me había dejado en casa, era nuestro cuarto o quinto encuentro, volvía entre cansada y flasheada con la película que acabábamos de ver, tratando de entender el significado de cada símbolo. Me preparé para tirarme a dormir de una vez por todas. Cerré la ventana justo cuando estaba por meterse, no la había visto hasta ese momento, una mariposa a la 1 de la mañana, te digo que me asusté, no me la esperaba. Asíque ahí estaba mirándome desde afuera, solo el vidrio nos separaba, subí un poco más la persiana para que se pudiera ir pero nada, no atinó a salir volando y te digo que eso me pareció raro también. Me metí en la cama y apagué la luz, acto seguido la volví a prender, seguía ahí, apagué de nuevo y al rato intrigada volví a prenderla, mi mariposa simbólica no se pensaba ir. Apagué por una última vez y me fui a dormir desafiándola. Si quiere entrar va a encontrar la manera, en lo que a mi respecta, hoy no tengo ganas de hacer ningún esfuerzo.

sábado, 6 de marzo de 2010

domingo, 28 de febrero de 2010

Ni te enteraste

“Estuve leyendo y esta bueno pero como que ¿cero tuyo abrirte así al mundo, no? Vos que tenés como ese misterio”. Silencio rotundo, diste en la tecla y ahora tengo ganas de cortarte el teléfono abruptamente. Me contengo y la piloteo “Si qué se yo puede ser, pero contame ¿así que te cambias de laburo al final?”. La charla duró unos veinte minutos más, veinte minutos en que mi amigo me contaba de los pro y contra de cambiarse de trabajo, de la fiesta que había ido, de la facultad, de la minita que conoció. Veinte minutos que no escuché en absoluto, que solo agarraba en el aire los títulos como para hacerme la que seguía atentamente la conversación. Veinte minutos en que una sola frase retumbaba en mi cabeza. Cero mío abrirme así al mundo y sí tal cual cero mío (¿o no tanto?). Será que de alguna manera estoy volviendo, que estos años de hermetismo me reclamaban una vía de escape, que esta barrera que instintivamente fui montando cuando la vida me dio pelea pide a gritos que la derriben, que mi arma de defensa se transformó sin quererlo en un arma de doble filo. ¿Y si me abro qué? ¿Dejo de ser yo o vuelvo a ser un poco yo? Será que el enfrentarme con la realidad tan de repente y tan de chica, me hizo ser quien soy y a la vez me llevó a preservarme demasiado, a que sea cero mío abrirme así al mundo, a dejar entrar sólo a un círculo selecto. ¿Y cómo se sale de eso? Si tuviera la respuesta sería mucho más fácil, pero como ves la estoy buscando, sin creer que por eso se pierda el misterio.

martes, 23 de febrero de 2010

Nota mental

Onda que esto medio que te quema un toque, como que sin quererlo empezás a vivir inmersa en el blog, entonces todo sucede en tono de post, hasta la pelotudes más grande: “Abro la heladera, saco el jamón, saco el queso y entonces pienso, ¿le pongo tomate?” (Cállate voz-redactora, cállate, estas haciendo un sándwich piba, no pierdas el eje). ¿Vivir para el blog o que el blog viva para vos? Que el blog viva para vos, definitivamente.

domingo, 21 de febrero de 2010

So long, farewell, auf Wiedersehen, adieu

No hubo catorce de febrero, ni cumpleaños feliz,
domingos por la tarde, ni columpio en el jardín,
Paris con aguacero, ni Venecia sin ti.
Hablaste y se rompió el hechizo...

viernes, 12 de febrero de 2010

Coming soon

Love story, Cuando Harry conoció a Sally, Sintonía de amor, The way we were, Antes del amanecer, Antes del atardecer... “Eso en la vida real no pasa”, si habré escuchado esa frase. Pero entonces, ¿qué onda?, ¿es todo verso? Y si es todo mentira, eso quiere decir, ponele, ¿qué esa infinidad de canciones que suenan en la radio no son sentidas?, ¿que el cantautor se sienta en un bar y dice a ver que corno escribo hoy y empieza a dibagar o es que realmente vivió una experiencia entrañable? Una de dos, o esos guiones y esas letras que erizan la piel están inspirados en la realidad o a mi (y a unos cuantos) nos vendieron una importante y es todo un invento comercial de puta madre que nos hicieron creer, cuando en la realidad no existe. Alma gemela, media naranja, can`t live without each other love... ¿y qué me decís de esas épocas de antaño donde lo común era que un hombre tuviera muchas mujeres?, ¿ese era otro tipo de amor?, ¿o esa costumbre se debería únicamente a que en esa época todavía no estaba impuesta la ya clásica comedia romántica? El huevo o la gallina. Creer o reventar. No bueno pará, los artistas en serio, esos que vale la pena escuchar, de seguro que sienten lo que escriben pero ¿lo sienten porque lo sienten y punto o lo sienten porque sienten que sienten eso, condicionados por algo impuesto que uno cree que es pero no es? Un amor que no fue, ¿fue amor? Porque si el amor supuestamente es de a dos, ¿es real que una de las partes sienta que se le estruja el corazón por eso que no se dio, mientras que la otra no sienta absolutamente nada? ¿Llorás porque sentís un amor incondicional hacia esa persona o porque sentís un amor incondicional hacia la idea del amor? Y si hubo amor, química, pasión entre dos enamorados pero de repente se terminó, ¿ese amor existió?
Mierda que estaba filosófica ese día y en pos a que la cabeza no me siguiera limando me clavé el i-pod. Joaquín me cantaba “No puedo enamórame de ti” entonces lo supe, estaba presa dentro de una película romántica. ¿Cómo no me dí cuenta antes?, si hasta me musicalizan la vida y de pronto mientras esperaba para cruzar la 9 de julio la vi. Salía del capot, radiante la futura novia, jovial en su despedida de soltera. Me miró triunfante, no me habló pero con su mirada me lo dijo: “Lo conseguí”. No le hablé pero con los ojos le pregunté "¿Cómo hiciste?". Me sonrió y siguió de largo. Seguí caminando cada vez más convencida de mi reciente hallazgo, era tan claro dodne estaba metida y para confirmarmelo una pareja de enamorados abrazados en la esquina jurándose al oído amor eterno y mi-yo protagonista, descreída del amor teniendo que soportarlos, la escena perfecta, con Sabina de fondo.
Terror, si mi experiencia cinematográfica no me falla, la protagonista no consigue el amor sino hasta el último minuto, final feliz pero final al fin. Y si yo estoy acá inserta, ¿será que no voy a ser feliz hasta el último minuto de vida, que vendría a ser el final de mi película? Justo antes de cerrar los ojos para siempre, ¿vendrá mi galán a decirme que se dio cuenta que no puede vivir sin mi y mis últimas tres palabras serán "te lo dije"? Las pelotas!!!, no estoy metida en una película, mejor estoy metida en una serie. Nuevo descubrimiento: Uno cree lo que elige creer y mientras uno elija creer, todos los cuestionamientos de arriba pierden su razón de ser. Suena una nueva canción, esta vez es Aretha que me grita “Freedom, Freedom” definitivamente estoy en el final de temporada. Segura de que la que viene va a ser mucho mejor.

jueves, 4 de febrero de 2010

Paliar la crisis

Parada del 6, cinco, diez, quince minutos, un pucho y otros diez minutos más. El 6 se hace rogar. Es ley, cuanto más los esperas, más se hacen desear (y hablo de colectivos), ahora, al minuto que te distraes con otra cosa, en ese mismísimo instante aparecen, resurgen de las cenizas ¿Por qué? Fácil: lo huelen (y ya no se si hablo únicamente de transportes públicos). Amagué a tomarme un taxi pero dudé y el taxista siguió de largo. Entonces lo insólito, el señor de barba que estaba adelante mío en la fila me relojea, lo imito, podría ser el padre de alguna amiga pienso.
- ¿Para dónde vas?
- Eh… para Entre Ríos y Pavón
- Dale vení, compartimos un taxi.
OK. No me lo preguntó, tampoco me lo propuso, el señor de barba me confirmó que él y yo íbamos a compartir un taxi. Y yo, que pensaba que ya no quedaban tipos así, pero es que así eran los de antes, tipos plantados diría mi abuela. Frente a semejante convicción no pude más que asentir, yo, que estoy acostumbrada a que los hombres den más vueltas que una calesita y a girar con ellos en mi afán por conseguir la sortija, yo, me subí sin chistar. Por supuesto que cuando cerré la puerta y miré hacia atrás, vi de lejos al bendito colectivo.
Anda 6 puto, que te espere otra… I've got a better ride.

sábado, 30 de enero de 2010

Delírium trémens

Para mi lejos, el mejor momento del día son esos diez/quince minutos antes de quedarme dormida. Desde épocas remotas que el ritual es siempre el mismo, con alguna que otra excepción debido a las circunstancias (léase si me encuentro acompañada es poco probable que lleve a cabo el rito). Son fantásticas la cantidad de proezas que protagonizo durante esos minutos previos a dormirme, que en noches de desvelo pueden transformarse en horas. Es más, si acumulara todos esos minutos, que en ocasiones son horas y sacara la cuenta podría afirmar que llevo una especie de vida paralela en la cual mis logros son altamente satisfactorios. En mi niñez solía fantasear con que conocía a Xuxa y me proponía que fuera una de sus paquitas, más adelante Cris Morena me transformaba en una de sus huérfanas, destaco que Roña y Barracuda estaban completamente locos por mi.
Es increíble todo lo que fui haciendo a lo largo de mi otra vida, por dar algunos ejemplos, fui a almorzar a lo de Mirtha Legrand, me gané un Martín Fierro como premio revelación (ojo debería haberme ganado un Oscar pero la realidad es que me cuesta un poco divagar en inglés): “Primero gracias a APTRA por este premio, Adrián Suar y Mario Carnevale por confiar en mi, a todo el elenco de Sin Fortuna*, a toda pero toda la gente atrás de cámara que son tan importantes, vestuario, maquillaje, quiero compartirlo con mis compañeras de terna que de verdad las admiro y bueno dedicárselo a mi familia y amigos que me apoyaron siempre, gracias”. Di más de mil entrevistas, Andrés Calamaro le confesó al mundo que yo fui su musa inspiradora para escribir Paloma, me agarraron in fraganti saliendo de un hotel con personajes como Gael García Bernal (después siempre termino aclarando que somos “solamente amigos” y no digo mucho más porque obvio que de mi vida privada prefiero no hablar), me gané la lotería, fui la única sobreviviente de una catástrofe, di recitales bien roqueros, actué en reconocidos musicales, me gané un premio Nobel y hasta llegué a ser presidenta de la Nación.
En algunas notas conté que la actuación llegó a mi vida de casualidad, que no fue algo planeado, que yo estudiaba derecho, nada que ver viste, pero que un día el hermano de una amiga que es director de cine estaba buscando una mina para un corto y me dijo que yo daba con el perfil y bueno me mandé para hacerle el aguante y después fue una locura porque el corto ganó el primer premio y viajamos a Cannes y bueno ahí me cambió la vida. Y cuando Mariana Fabbiani comenta lo bien que estoy vestida le digo que me puse lo primero que encontré porque ni da explicarle que hace una semana que me duermo antes de empezar la entrevista pensando en lo que voy a tener puesto.
Alrededor de los trece años me obsesioné con el tema video-clips, ahí era como todo más preparado porque antes de meterme en la cama ponía el equipo al lado con el CD de Shakira, antes de cerrar los ojos le daba play y la de clips que me armaba, "Si te vas, si te vas, y me cambias por esa bruja, pedazo de cuero no vuelvas nunca mas que no estare aquí". Ahí andaba yo corriendo por una escalera con el rimmel corrido, con cambios de escenografía, vesturio, siempre las mismas tres canciones, después ya me quedaba frita. Más tarde me copé con el tema novelas, entonces toda las noches inventaba un capitulo diferente, los protagonistas éramos mi en ese momento entrenador de hockey (del cual estuve secretamente enamorada) y yo, casualmente el argumento se basaba en un equipo de hockey y la historia empezaba que yo lo conocía en un boliche justo cuando veía a mi ex con otra, él sin querer me empujaba y me volcaba con una cerveza, me pedía perdón y yo le decía de todo y nos peleábamos y a la semana siguiente me lo presentaban como mi nuevo entrenador asíque al principio nos odiábamos y del odio al amor, novela cliché.
Algunas veces las situaciones tienen un tinte más real, en una ya soy una abogada exitosa y viene a mi estudio algún ex amorío que hace alrededor de diez años que no veo y me encuentro en la disyuntiva de ser profesional o tirar a la mierda todos los papeles del escritorio (es medio obvio lo que decide mi otro yo) y así podría seguir escribiendo eternamente…
Hace unos días en un preboliche un flaco me dice “Contame Machi, ¿que haces aparte de ser abogada? (puuuf si supiera) “No, no mucho más”, contesto.
(Acabo de releer esto y no solo me doy cuenta de lo loca que estoy, sino que ahora me cierra un poco más lo frustrada que me siento en la vida real).
Igual, consejo: no hay que creer todo lo que uno lee.



*Título de novela costumbrista inventado por quien escribe, cuando imagina que es galardonada en el marco de la entrega de los Premios Martín Fierro

martes, 19 de enero de 2010

I feel it in my fingers, I feel it in my toes

Podría avisarle que entre él y yo va pasar algo, podría pero no es mi estilo, en vez de eso, me alejo, se va dar cuenta solo y si no se da cuenta, bueno si no se da cuenta, entonces es demasiado tonto para mi gusto...

viernes, 15 de enero de 2010

Y si sufro que no se note

-Avísame si quema
(Como no va a quemar boluda no ves que hasta sale humo de eso)
- ¿Quema?
- No, no esta perfecto
- Bueno, ahí vamos…
(Ay puta madre no tires de a poco, sácalo de una, rápido, dale me duele mierda)
- ¿Duele?
- No, no para nada

lunes, 11 de enero de 2010

Game over

Corté el teléfono y me quedé azorada porque cuando mi amiga aprovechó el chisme que tenía de él para criticármelo, no sentí esa necesidad crónica de defenestrarlo al unísono, es más en un punto hasta lo defendí… “Plis decime si no es un boludo, nos había visto y no nos saludó y después va y le cuenta al amigo que nos vio, re nabo o no?” Y la verdad es que no me pareció tan nabo, yo había actuado igual, lo había visto y me había hecho la boluda como él y le había contado a mis amigas, con la diferencia de que mi amiga cuando se encontró con su amigo no le confesó que yo los había visto también. Pero cuando corté no me quedé pensando en eso, sino que me quedé atónita con mi reacción, había sido objetiva, por primera vez en mucho tiempo había logrado separar la necedad post-abandono de la realidad y eso sin dudas tenía que significar algo. Porque hay una etapa en que todo lo que hace la persona, que en mayor o menor medida te rompió el corazón, esta mal y una tiene la urgencia de hacerlo notar. Como si ese poder maquiavélico de hundirlo nos alivianara un poco la pérdida, nos convenciera lentamente de que el susodicho no vale la pena, entonces una disfruta de amonestarlo y ese regocijo se transforma en una medicina vital. En esos momentos de duelo sentimental, cuando fielmente una amiga, (que ya está algo harta de hablar del tema pero que sabe lo que para vos significa) te da el pie para una buena dosis de hagámoslo mierda por un rato, bueno digamos que ahí se produce una suerte de éxtasis absoluto. Sorprendentemente, esta vez fue diferente, no sentí bronca, no sentí ganas de aniquilarlo, no sentí nada y a la vez me sentí mucho mejor que hace meses. Es un período que inevitablemente una transita pero que afortunadamente de pronto desaparece. Entonces, cuando ya no te es preciso criticarlo gratuitamente, cuando ya va dejando de ser común escuchar su nombre y más aún cuando casualmente te lo encontrás en una fiesta y le das un abrazo sincero y lo ves lindo pero no lo suficientemente como para caer en su juego, cuando pasa eso, una puede estar segura que finalmente esa etapa se la llevó el viento y a lo Scarlett O’ Hara una puede irse a dormir tranquila sabiendo que después de todo mañana será otro día.

miércoles, 6 de enero de 2010

Tus labios de rubí de rojo carmesi

- ¿Te enteraste machi?, se murio Sandro
- Uh vieja, pobre pero bueno...
- No machi pero para mi es tremendo porque sshhho fui una de sus nneeennaaas