jueves, 20 de junio de 2013
Ni menos, ni más.
jueves, 19 de enero de 2012
Casa nueva vida nueva, dolor de por medio
Sufro el calor, transpiro pero no soy capaz de ir a prender el aire acondicionado, murió el control y me niego a subirme a una silla y apretar on directo del artefacto, no puedo y adjudico esa imposibilidad de moverme al dolor en el coxis que me tiene hace una semana sentada de costado, de guardia en guardia hasta llegar al Centro Valls y a que, previa consulta con Zubizarreta, el traumatólogo de confianza de Cris, me inyecten cortisona para esperar anestesiada el resultado de la resonancia magnética que proporcionará el veredicto de la causa de que mi huesito dulce me esté atormentando la vida. Que puede ser por mis pies planos, o mi mala postura, que tal vez hice un mal movimiento sin darme cuenta o que sea por mis problemas psicológicos como sugirió mi hermana en una reciente pelea de dos arianas con un ataque de histeria. En fin, seguramente sea eso, lo más seguro es que tenga un quiste de veneno y maldad incrustado en el medio del traste, lo que sea, de a poco la droga va surtiendo efecto. Me río por dentro de la idea de un quiste provisto de problemas emocionales, mientras tanto me derrito y empiezo a pensar como voy a valorar el aire acondicionado ahora que en pocas semanas dejo el hogar materno, que por fin me voy a vivir sola. Voy a extrañar el aire acondicionado tanto como la calidez y locuras de mi madre, como que me hable por mensaje de texto cuando estamos a un pasillo de distancia, o que se acerque a mi cuarto para recomendarme un clásico que está por empezar y no me puedo perder y que se quede vigilando hasta que pongo el canal que me dijo o ir hasta su cuarto y correr la pila de libros de su cama para verlo con ella, aunque sepa que me va a contar toda la película de principio a fin antes de que empiece, y ni hablar de como carajo me voy a despertar por las mañanas si no es con sus gritos, claro que voy a extrañar todo eso. Sin embargo no lo vivo ni con miedo, ni melancolía, ni angustia, nada de eso, es pura emoción, excitación lo que siento, es evolucionar, es saber que llegó el momento. Tal vez mi coxis esté por explotar de contento, ¿quién te dice que en una de esas no pueda ser eso?
lunes, 7 de noviembre de 2011
Pavor
Y un día te das cuenta que el tiempo es incontrolable. Que mañana es hoy, así de simple y así de aterrador.
domingo, 16 de octubre de 2011
Porque la voy a extrañar, un toque.

“Pero entonces bailaban por las calles como peonzas enloquecidas, y yo vacilaba tras ellos como he estado haciendo toda mi vida mientras sigo a la gente que me interesa, porque la única gente que me interesa es la que está loca, loca por vivir, loca por hablar, loca por salvarse, con ganas de todo al mismo tiempo, la gente que nunca bosteza ni habla de lugares comunes, sino que arde, arde como fabulosos cohetes amarillos explotando igual que arañas entre las estrellas”Lo escribió Jack Kerouac y sin embargo cuando leí esa parte de “En el camino” la escuché a ella. Porque en eso anda ella siempre, buscando por la vida esa clase de personas que le escapan a los lugares comunes, que van un poco más allá, esas que no están del todo bien, las que le dan a la vida otra vuelta de tuerca y por eso arden, al igual que arde ella. Mi amiga Maki, la que un día, sin más, se fue a vivir a Europa, el pretexto, tal vez, acompañar a su familia, la verdadera razón, creo yo, encontrarse ella. Se iba por un año y se quedó tres. Lo conocido, lo de siempre, se fue haciendo cada vez más chiquito. Se encontró, se sintió libre caminando por las calles de Madrid, se sintió auténtica, despojada y feliz. Por eso volver le costó, porque, sin dudas, la que volvió no era la misma que se había ido, o sí pero transformada. No pasaba, solo por haber vivido unos años en otra ciudad, otro país, otro continente, pasaba por volver siendo otra o mejor dicho siendo ella por primera vez, la que había elegido ser. Un tanto perdida, desencajada, con los pies en Buenos Aires y el corazón en Madrid, así la percibía al principio yo, pero, ¿cómo no la iba a entender? Claro que la entendía y la escuchaba cuando aterrada me preguntaba cómo hacía la gente que no se cuestionaba nada, ¿cómo hacen?, me preguntaba, te juro que a veces me gustaría, me decía, no pensar más, no plantearme nada, para no tener este lío en la cabeza. Lo decía pero las dos sabíamos muy bien que esa no era una salida, porque, como le respondía yo, esa gente en definitiva no siente nada. Yo la escuchaba, entendía lo que le pasaba, pero más que nada la admiraba, no se si se habrá dado cuenta, pero me conoce y sabe que soy bastante corta de palabras. La admiraba, por animarse, por salirse del libreto, como la admiro ahora porque pudo acomodar su corazón, re descubrir Buenos Aires, sentirla suya de nuevo, porque pudo plantarse, mostrarse sin miedos, porque llegó el día en que al fin también, se sintió libre caminando por las calles de Buenos Aires, se sintió auténtica, despojada y feliz. Ahora se que uno de los secretos para llegar a ser como queremos ser, es aferrarnos a esas personas que buscan lo mismo que uno, como lo hace Maki y como de alguna manera trato de hacerlo yo, aferrándome a ella.
domingo, 17 de abril de 2011
Hastío
jueves, 31 de marzo de 2011
Se acabó lo que se daba

miércoles, 9 de marzo de 2011
Idea profunda
viernes, 4 de marzo de 2011
Lo escuché sin querer:
martes, 22 de febrero de 2011
La buena nueva
lunes, 7 de febrero de 2011
martes, 11 de enero de 2011
Mi post perdido
miércoles, 17 de noviembre de 2010
Miento
Cuando digo que voy a empezar el gimnasio,
Cuando digo que voy a dormir menos siesta,
Cuando digo que me voy a ir un tiempo a la mierda,
Cuando digo que se me hizo tarde por el trabajo,
Cuando digo que me voy a despertar más temprano,
Cuando digo que voy aprovechar más el tiempo,
Cuando digo que voy a dejar de mirar tanta tele,
Cuando digo que voy a dejar de comprar la paparazzi,
Cuando digo que voy a dejar de comerme las uñas,
Cuando digo que voy a llamar para pedir un turno,
Cuando digo que voy ahorrar,
Cuando digo que voy a dejar de tomarme taxis,
Cuando digo que voy a salir a caminar,
Cuando digo que no me molesta,
Cuando digo que la próxima vez voy hablar más,
Cuando digo que me voy animar,
Cuando digo que ya te olvidé,
Y no es que me guste mentir, nada más que a veces me sale así...