lunes, 11 de enero de 2010

Game over

Corté el teléfono y me quedé azorada porque cuando mi amiga aprovechó el chisme que tenía de él para criticármelo, no sentí esa necesidad crónica de defenestrarlo al unísono, es más en un punto hasta lo defendí… “Plis decime si no es un boludo, nos había visto y no nos saludó y después va y le cuenta al amigo que nos vio, re nabo o no?” Y la verdad es que no me pareció tan nabo, yo había actuado igual, lo había visto y me había hecho la boluda como él y le había contado a mis amigas, con la diferencia de que mi amiga cuando se encontró con su amigo no le confesó que yo los había visto también. Pero cuando corté no me quedé pensando en eso, sino que me quedé atónita con mi reacción, había sido objetiva, por primera vez en mucho tiempo había logrado separar la necedad post-abandono de la realidad y eso sin dudas tenía que significar algo. Porque hay una etapa en que todo lo que hace la persona, que en mayor o menor medida te rompió el corazón, esta mal y una tiene la urgencia de hacerlo notar. Como si ese poder maquiavélico de hundirlo nos alivianara un poco la pérdida, nos convenciera lentamente de que el susodicho no vale la pena, entonces una disfruta de amonestarlo y ese regocijo se transforma en una medicina vital. En esos momentos de duelo sentimental, cuando fielmente una amiga, (que ya está algo harta de hablar del tema pero que sabe lo que para vos significa) te da el pie para una buena dosis de hagámoslo mierda por un rato, bueno digamos que ahí se produce una suerte de éxtasis absoluto. Sorprendentemente, esta vez fue diferente, no sentí bronca, no sentí ganas de aniquilarlo, no sentí nada y a la vez me sentí mucho mejor que hace meses. Es un período que inevitablemente una transita pero que afortunadamente de pronto desaparece. Entonces, cuando ya no te es preciso criticarlo gratuitamente, cuando ya va dejando de ser común escuchar su nombre y más aún cuando casualmente te lo encontrás en una fiesta y le das un abrazo sincero y lo ves lindo pero no lo suficientemente como para caer en su juego, cuando pasa eso, una puede estar segura que finalmente esa etapa se la llevó el viento y a lo Scarlett O’ Hara una puede irse a dormir tranquila sabiendo que después de todo mañana será otro día.

8 comentarios:

  1. sabiendo que después de todo, también podemos enterrarlos.

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  2. una puede estar segura que finalmente esa etapa se la llevó el viento

    Creo que este texto me gustó mucho.

    Que bueno, volvio haragana!!!!!!!!

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  3. Roberto "Toto" Garcia12 de enero de 2010, 8:52

    Y no hay vuelta atrás? No hay revolcón que confunda? No hay llamada que intrigue?

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  4. jaja hay de todooo pero llega un momento q ya no hay vuelta atras me parece

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  5. Paaannnzaso de haragana!!!!
    como me falto en las vacaciones, gracias, muy bueno!

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  6. que bueno cuando pasa esoo!

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